Lograr el balance entre familia y trabajo es algo que no resulta sencillo para una gran cantidad de personas. Incluso, a veces parece que las horas del día no son suficientes para asumir ambos roles: el laboral y el del hogar.
Con frecuencia, estar bien en un aspecto implica el descuido del otro, lo que deriva en problemas y desequilibrios. Situaciones como esta, terminan mermando la salud mental de las personas e incluso pueden llegar a afectar la salud física.
Incluso, la situación puede ser más compleja si en la familia ambos padres trabajan. Por lo tanto, en este apartado queremos compartir algunas recomendaciones. Así mismo a conciliar dos de los aspectos más influyentes en la salud mental de las personas.
¿Cómo influye el trabajo en la familia?
El trabajo y la familia son dos aspectos estrechamente relacionados en la vida de la mayoría de las personas. No importa si se trata de hombres o mujeres, compaginar ambos roles casi siempre implica retos para lograr el equilibrio.
Dicha estabilidad implica el desarrollo proporcionado de la persona. En él, puede desempeñar sus tareas laborales y familiares sin que unas interfieran con las otras y viceversa.
Aunque este equilibrio depende de las decisiones particulares, el entorno laboral puede propiciar o torpedear el balance entre familia y trabajo.
Así, pueden establecerse medidas que faciliten el cumplimiento de las responsabilidades familiares del personal.
Desde el ámbito organizacional, esto puede lograrse creando un ambiente en el cual el colaborador pueda atender sus demandas familiares. Además, no debe sentirse presionado o culpable por hacerlo.
De esta forma, cumplirá con ambos deberes con la disposición apropiada, aun cuando las exigencias de la vida laboral son cada vez más altas. El ritmo de trabajo es muy intenso y las jornadas laborales suelen alargarse.
Es más fácil lograr el balance entre familia y trabajo cuando, desde las organizaciones, se establecen políticas que contribuyan a atender los compromisos familiares.
Incluso, en algunos cargos, es poca la flexibilidad para atender asuntos familiares y personales. Esto, usualmente termina por socavar la salud física y mental de las personas; lo que perjudica su vida familiar y también su desempeño laboral.
Por lo tanto, los empleadores deben estar conscientes de los efectos que pueden tener los aspectos laborales en la calidad de vida de los colaboradores. Estos pueden tener un impacto muy beneficioso o muy perjudicial.
¿Cómo lograr el equilibrio entre familia y trabajo?
Cuando la vida laboral entra en conflicto con la familiar, es una de las mayores causas de estrés en adultos trabajadores. Principalmente, cuando se trata de mujeres con hijos y, más aún, si son pequeños.
Sin embargo, el secreto está en tener claras las prioridades según la personalidad de cada quien, para así encontrar la armonía. Cada quien es diferente y el equilibrio entre estas dos áreas variará de una persona a otra.
Aun así, consideramos que es pertinente tener en cuenta algunas recomendaciones que favorezcan el balance entre familia y trabajo:
1. Tener una agenda organizada
Antes de iniciar cada nueva semana, es conveniente organizar las actividades laborales y familiares en una agenda o calendario. De esta forma, será más fácil cumplir con todo, al destinar a cada cosa un espacio de tiempo específico.
Es ideal incluir todo tipo de actividades, incluso, las compras. Hacerlo de esta manera da claridad al panorama semanal y todo fluye con más agilidad; por lo tanto se reduce el estrés de una forma significativa.
2. Manejar horarios flexibles
Hoy en día y, más aún con el teletrabajo, es más fácil negociar horarios flexibles que permitan integrar actividades laborales y familiares. Los horarios rígidos ya no son necesarios para una gran cantidad de cargos.
Por lo tanto, pueden implementarse diversas clases de horarios a conveniencia mutua entre colaboradores y empleadores. Lo importante es garantizar un buen resultado y el cumplimiento de los objetivos trazados.
3. Establecer un tiempo para cada cosa
Es necesario respetar el horario establecido para cada cosa. Ciertamente, en la actualidad es todo un reto, ya que al permanecer hiperconectados, es factible que surjan asuntos laborales fuera de horario.
Sin embargo, nada debe interferir con el cumplimiento apropiado de las actividades del hogar. Es decir, también es importante el cuidado de los hijos, sacar la basura, pasear al perro etc.
Es importante establecer horarios para cumplir con los deberes laborales y hogareños, así como respetarlos disciplinadamente lo más posible.
4. Apartar tiempo de pareja y con amigos
Para que el ambiente familiar se mantenga armónico es necesario que la pareja reserve un tiempo para sí misma. Igualmente, pasar tiempo con los amigos, conversar, comer y reírse, etc., ayuda a liberar tensiones y a estrechar vínculos.
5. Dedicar tiempo a la diversión
Realizar actividades de entretenimiento, lúdicas, deportivas y hobbies es esencial para mantener el buen ánimo y la creatividad. Por lo tanto, también hay que reservarles un espacio para su ejecución.
De acuerdo con la actividad, puede realizarse diariamente, interdiario, quincenal o mensual. Lo fundamental es no dejarlas de lado y disfrutarlas al máximo.
6. Decir adiós a las culpas
La civilización en la que vivimos le da un gran valor al desarrollo profesional, sin distinción de géneros. Ciertamente, este contribuye a cubrir diversas necesidades económicas y emocionales, como la realización personal.
Ya sea una, otra o ambas razones las que motivan a cada quien a desarrollar una profesión, hay algo vital. Nos referimos a lograr el equilibrio profesión-familia sin ningún sentimiento de culpa y comprendiendo que la prioridad es la vida familiar.
La importancia de la salud mental
Sí, naturalmente es complejo hallar el balance entre familia y trabajo; últimamente esto se ha afianzado. Gracias a la pandemia por coronavirus, muchos nos hemos visto en la necesidad de trabajar desde casa obligatoriamente.
Esto conlleva a laborar en términos de aislamiento, lo que produce estrés, sensación de soledad y ansiedad. Todos estos elementos afectan negativamente el desempeño laboral y la salud mental a mediano y largo plazo.
Para quienes se encuentran trabajando desde casa en este momento, compartiremos dos recomendaciones; ambas, con la finalidad de cuidar la salud mental y la buena ejecución de las funciones laborales:
Intentar emular la rutina normal de trabajo
Cuando es posible flexibilizar los horarios laborales porque se trabaja desde casa, se tiende a incrementar las horas dedicadas al trabajo. Por lo tanto, se terminan trabajando más horas que cuando se hace en un horario más rígido.
Debido a esto, es necesario vigilar la cantidad de horas dedicadas al trabajo en casa. Hay que establecer un límite y respetarlo, ya que el tiempo debe entenderse como un recurso limitado.
Esto evita caer en la adicción al trabajo o que este se tome como un elemento distractor en medio del aislamiento. Al hacerlo, es posible mantener la concentración necesaria para ser productivos sin perder la capacidad de relajarse al descansar.
Mantener el roce social
Como humanos tenemos la necesidad de socializar con otras personas. Trabajando desde casa, no existe la posibilidad de una conversación durante el café o una comida en grupo durante el almuerzo.
Por lo tanto resulta muy conveniente cuadrar con compañeros durante la jornada para conectarse y conversar un rato en los recesos. Igualmente, es recomendable quedar con amigos o familiares durante la semana para hacer lo propio.
Estos momentos de contacto cara a cara y esparcimiento son necesarios para mantener la concentración y la estabilidad emocional. Por lo tanto, redundan en un mejor desempeño del trabajo y una mayor productividad, así como en bienestar.
No es recomendable asumir el trabajo como un medio de distracción o escape. De lo contrario, se corre el riesgo de caer en excesos que repercutirán negativamente en la salud mental.
Conclusión
No es necesario desgastarnos en la dicotomía que representa decidir qué es más importante: si la familia o el trabajo. Solo hay que ser conscientes de que es preciso integrar con armonía ambas realidades.
La razón está en que ambos guardan una interrelación estrecha donde uno no puede estar bien sin el otro. En ROCHI creemos que aplicando las recomendaciones dadas en este artículo es posible establecer el balance entre familia y trabajo.
Finalmente, es necesario destacar el papel que tienen las organizaciones en la promoción de una vida personal y familiar plena. Esto, como un potente motor de la productividad y bienestar laboral.
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